El estudio más completo hasta ahora revela los efectos de la enfermedad en el cerebro y el sistema nervioso central.
Hasta ahora, y a cinco meses del inicio del brote de coronavirus en China, sus efectos en el cuerpo humano son relativamente conocidos y se han ido actualizando a medida que transcurre la pandemia. Los síntomas más comunes hablan de dolor de cabeza, fiebre, tos, dificultades respiratorias, náuseas, vómitos, diarreas, dolor abdominal, pero también existen casos puntuales de encefalitis, miocarditis, alteración de las pruebas hepáticas, lesiones cutáneas, siendo la más reciente la pérdida del sentido del gusto y el olfato.
Sin embargo, los síntomas y daños a nivel neurológico no son muy frecuentes, y se han descrito casos muy aislados. Por ello la importancia del estudio desarrollado por investigadores de las Universidades de Cincinnati, Brescia, Piamonte Oriental y Sassari, siendo estas tres últimas quienes entregaron datos sobre el paso de la pandemia en Italia, donde acumula 33 mil muertos.
La investigación, que analiza imágenes y síntomas en pacientes con COVID-19, revela que los accidentes cerebrovasculares son la consecuencia más común a nivel neurológico, y de acuerdo a los autores, podría generar una “señal de alerta” sobre la presencia del patógeno.
“Los estudios han descrito el espectro de las características de imágenes de tórax de COVID-19, pero unos pocos informes de casos han descrito los hallazgos de neuroimagen asociados con la enfermedad”, afirma Abdelkader Mahammedi, profesor en la Universidad de Cincinnati, neurorradiólogo y autor del estudio publicado en la revista Radiology.
Se habla de accidentes vasculares y un “estado mental alterado”, entre otros. El especialista advierte que los casos seguirán en aumento.
“Hasta la fecha, este es el primer y más grande estudio que caracteriza los síntomas neurológicos y las características de neuroimagen en pacientes con COVID-19. Estos patrones recién descubiertos podrían ayudar a los médicos a reconocer mejor y antes las asociaciones con la enfermedad y posiblemente proporcionar intervenciones más tempranas”, añade.
El documento incluye imágenes de 725 pacientes hospitalizados confirmados con COVID-19 entre el 29 de febrero y el 4 de abril. De ellos, 108 (15%) manifestaron síntomas neurológicos graves y fueron sometidos a imágenes cerebrales o la columna vertebral. Un 99% se derivó a tomografías computarizadas de cerebro, un 16% a imágenes de tomografía computarizada de cabeza y cuello, y el 18% a imágenes de resonancia magnética cerebral.
En sus hallazgos, los investigadores encontraron que un 59% de los pacientes informaron tener un “estado mental alterado” más común en adultos mayores, mientras que un 31% experimentó un accidente cerebrovascular, siendo ambos los síntomas neurológicos más comunes.
“Sé que hay un aumento grande de infartos cerebrales”, comenta el Dr. Sergio Illanes, neurólogo de la Clínica Alemana. “Nosotros estamos claros, y hay reportes de todo el mundo, que ha habido un aumento de estos casos”.
En relación al estado mental alterado descrito en el reporte, el médico dice que “esto se ve con todas las enfermedades graves. Una persona que tiene una infección grave tiene tendencia a delirios, se pierde en la realidad y puede alucinar. Hay que quedarse con los datos donde se muestra evidencia en las resonancias magnéticas, como un infarto o trombosis”, afirma el neurólogo.
El estudio además añade, como síntomas complementarios, dolor de cabeza (12%), convulsiones (9%) y mareos (4%), entre otros síntomas. Illanes indica que son muy comunes en la medicina, tanto que no se toman en cuenta, “pero las convulsiones sí me llaman la atención del estudio aunque no demuestran encefalitis y meningitis”, puntualiza.
El Dr. Illanes además advierte de un otra preocupante consecuencia relacionada con la pandemia: un aumento en los casos de accidentes cerebrovasculares, pero que no van a consultar a un médico.
“A lo anterior eso se suma el temor de la población de ir a los servicios médicos, por lo que hay más casos de lo habitual, pero llegan menos a las consultas. Hay un temor enorme al ir a las urgencias”, sostiene.
“Ahora comenzarán a llegar más infartos, porque la gente con enfermedades crónicas como hipertensos o diabéticos, no están yendo a retirar sus medicamentos en los consultorios, ni los están comprando. Habrá un aumento en los próximos meses por esta causa”, sentencia.
Las sospechas del especialista de la Clínica Alemana son ciertas. Un estudio publicado hoy en el Journal of NeuroInterventional Surgery muestra que en Estados Unidos, los pacientes con accidente cerebrovascular isquémico están llegando a hospitales y centros de tratamiento un promedio de 160 minutos más tarde, en comparación con un período similar en 2019, algo que de acuerdo a los autores está afectando tanto la supervivencia como la recuperación.
Con información de La Tercera